jueves, 31 de mayo de 2012

Navegante Solitario

Por Norma Rosa Torello
Extraído de su libro "Palabras de un Peregrino"

En esta instancia, el peregrino inicia su gran aventura, reencontrarse consigo mismo.

Sabe que el camino que ha elegido no es fácil, habrá de enfrentar duros momentos, habrá de internarse en fuente misma de la vida, se descubrirá ante cada sentimiento o emoción que le susciten las distintas experiencias que vaya transitando. 

Caerá y se levantará, cambiará lo que sea necesario, para renacer a otros estadios de consciencia. Fuertes tempestades intentarán hundir su barco y allí pondrá a prueba su resistencia, su solidez y la convicción en su propósito. 
 
Tendrá que vérselas con él mismo,cara a cara, sin justificarse porque tiene que despojarse de todo aquello que ya no le sirven, si es que quiere avanzar en el sendero. 
 
Ante la adversidad demostrará su inteligencia, en la resolución de los temas que vayan apareciendo durante su travesía. 
 
Algunas veces otras personas, podrán acompañarlo en su camino.
 
Porque no necesita ver para creer, ya que para el peregrino, 

DIOS, se manifiesta en todas las cosas de este mundo. 

 
Navegante solitario
buscando el rumbo

a tientas, de tu vida. . .

surcando el océano infinito.

Vives,

La experiencia de estar vivo.


Emprendes un viaje

hacia el mar del equilibrio,

en esta travesía te encuentras solo,

remontando las olas sigues tu rumbo.

No puedes detenerte,

nadie a tu alrededor,

la naturaleza te acompaña

Y conforma todo tu mundo. . .


Pequeño navegante

tu balsa de madera

es todo lo que tienes.

Las estrellas fijas guían tu camino.

A veces,

alzas tu mirada al cielo

en busca de repuestas

y en ese eterno transcurrir

desarrollas tu mundo interno,

tu realidad,

tu efímera existencia. . .


Cuando la tempestad te acecha,

luchas por sobrevivir,

aunque te sientas solo

y tu único paisaje

sea el mar abierto,

porque en lo más íntimo de tu ser,

sabes instintivamente,

que lo más importa

es la vida.

Te preguntas,

-¿No hay otros seres que como yo,

naveguen en una balsa de madera?-


Navegante solitario

Eres el timón de tu barco, lo sabes,

El tiempo es tu aliado y tu enemigo,

cuando la atmósfera se perturba

tu súplica es constante. . .

-¡Dios mío!

No me abandones,

No me desampares

Mi balsa de madera se tambalea

Y es todo lo que tengo,

¡Dame la fuerza

para comprender

el sentido de mi viaje!.

Me encomiendo a tus manos. . . Señor

Ilumina mi camino,

quiero llegar a buen destino. . .


-¡Dios mío!

Me contentas a través de la naturaleza

¡Ha salido el sol!

El mar está calmo y sereno,

la brisa suave acaricia mi cara,

las gaviotas surcan el océano,

mi balsa de madera

está casi intacta,

solo debo hacerle algunos arreglos.

He navegado en medio de la tempestad más terrible

Y estoy vivo y salvo. . .

Se arrodilla, alzando sus brazos

Y con la mirada al cielo

El navegante dice:

-¡Gracias Señor, Padre mío!

Mi fe en Ti me ha sostenido,

cuando mi balsa de madera

se tambaleaba.

He vivido otro día

Sobreviví a mi propio naufragio

y con esta experiencia que me has regalado,

he aprendido a ser mi propio timonel.


Sigo navegando

en esta balsa de madera,

pero he aprendido

que nunca se está solo,

porque mi corazón está contigo.

La vida está plena de belleza

si sabemos apreciarla.

Tengo todo lo que soy

Mi cuerpo,

Mi fe,

Mi barco,

Mi vida. . .

La paz un regalo para el alma. . .

Por Norma Rosa Torello


 Muchos la desean sin embargo no se vende ni se compra en ningún mercado. . .
Ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba, en la guerra son los padres quienes los llevan a ella. Herodoto



La paz es un estado del alma, sereno, tranquilo, inmutable ante cualquier movimiento adverso.

Es el sosiego y la plenitud que el ser interno experimenta, porque tiene un pilar sobre el que se asienta este sentimiento, la tranquilidad de la consciencia.

 Si estas bases están sólidamente construidas y alimentadas, con el aprendizaje de cada experiencia vivida, la paz se va instalando en nuestro espíritu, como una presencia protectora y permanente.

Pasan los días y las noches, la vida nos encuentra en las situaciones más disímiles y sin embargo cuando el ser se ha ido integrando en todos sus aspectos ya sean estos físicos, emocionales, mentales y cuando estos funcionan e interactúan armónicamente entre sí como una unidad, cuando el ser se da cuenta por qué y para que está en este mundo físico, después de mucho transitar , quizás después de mucho dolor, cuando ha recorrido un camino y ha aprendido a evaluar, a apreciar, la valía que tiene la vida, se encuentra consigo mismo y comienza a reconocer este estado, donde las circunstancias que aparentemente podrían quebrarlo, no lo hacen.

¿Cuál es el motivo? ¿En qué se sustenta esta actitud? Creo que en la paz, que se ha asentado en su alma, en la capacidad de obrar siempre en la esfera que el bien propone. Uds. se preguntarán, pero esto es imposible, en la vida hay dolor, hay desilusión, hay injusticias que nos irritan, que nos sacan de nuestro centro, que nos duelen al punto tal de bloquearnos en nuestra capacidad de dar amor. . .que nos van endureciendo. . .
¿Pero qué pasa si nos elevamos por encima de esas circunstancias penosas, sin ver la situación como la sentimos, sino tal cual es en la realidad de los hechos y no de nuestro mundo mental y emocional?

 Aquí es menester utilizar esa facultad consciente y espiritual a mi criterio que se llama discernimiento, ir separando, desglosando, analizando los aspectos de la situación que nos aflige, las personas que se encuentran en ella, sus historias de vida, la nuestra. . .
 La paz en un corazón humano, es un bien supremo, un regalo de Dios, porque Él nos ha otorgado el don de la comprensión que es regalo supremo para la mente.

¡Qué libertad tan grande siente un ser humano que haya conquistado esa paz, tan anhelada!
Tan deseada, que no se compra ni se vende en ningún mercado!

 Un ser con paz en lo más profundo de su alma, irradia luz, ilumina el sitio donde pisa. . .Su Dios es un Dios liberador. No siente culpas, ni castigos del mundo celeste. Siente liberación. . .

Que fuerza inmensa, potente, generadora y constructora es la paz. ¿Qué de bueno puede ser construido sin ella?. . .
Cuando hay paz, no hay miedo, ni angustia ni desazón. . . Porque hay confianza, hay fe, en que todo se desarrollará según el plan de Dios... Y es solo Él quién guiará nuestras almas dormidas, al despertar de este estado de plenitud y de comunión genuina con la vida toda.

En el mundo de las dualidades la paz es el opuesto en grados a la violencia. . . La violencia es el recurso del impotente. En contraposición a lo que se cree la paz no es sinónimo de debilidad sino la fuerza de las fuerzas. . . Es batallar por una vida digna, conciliando, consensuando, aceptando, perdonando, es estrategia e inteligencia puesta al servicio de la vida toda.